Después de Su Pérdida
Cuando se sufre la pérdida de un ser querido, puede ser difícil enfrentarse a la realidad. El saber que cada persona es exclusivamente única nos ayuda a explicar que hay diferentes maneras de reaccionar ante el duelo. Es importante entender que cada persona experimenta el duelo a su propia manera, que no existen límites de tiempo para el dolor y que el mismo no viene en etapas, sino que tiende a ser por ciclos.
• SHOCK: Cuando la pérdida es repentina e inesperada, su cuerpo puede entrar en estado de conmoción, asombro y/o desconcierto. Esta es una reacción normal de “autoprotección”. Usualmente es un período breve, dependiendo de la gravedad de la pérdida y de su estado de ánimo en ese momento.
• NEGACIÓN: Como la pérdida es tan devastadora, es posible que se rehúse a aceptar los hechos, algunas veces hasta imaginar que su ser querido aún está vivo. Esto ocurre con frecuencia, especialmente cuando se trata de una pérdida repentina.
• DESAHOGO EMOCIONAL: Sus emociones puede que se manifiesten a través del llanto, cambios de estado de ánimo y algunas veces a través de gritos. Estos y otros sentimientos pueden ser una parte normal de expresar sus emociones.
• DEPRESIÓN Y SOLEDAD: Usted puede tener pensamientos de desesperación y ocasionalmente sentirse desesperanzado. Tal vez le sea útil saber que estos sentimientos son normales y que durarán (en la mayoría de casos) un período breve de tiempo.
• PÁNICO: Algunas personas pueden experimentar ocasionalmente ataques de pánico. Puede sentir que algo está muy mal con usted mismo y tal vez hasta preguntarse algo como: “¿Estoy perdiendo la razón?” Hablar y expresar sus sentimientos será de gran ayuda.
• IRRITABILIDAD: No es poco común sentirse molesto consigo mismo y no es raro sentirse enojado con la persona que falleció. Lo importante es encontrar maneras de expresar su enojo de tal manera que no le causen daño a usted ni a otras personas.
• DIFICULTAD PARA REANUDAR ACTIVIDADES NORMALES: Tal vez descubra que simplemente no puede regresar a su vida normal. Quizás hasta sienta la necesidad de aislarse de la gente durante un período de tiempo. Use ese tiempo de soledad para cuidarse usted mismo.
• SENTIMIENTOS DE CULPA: La culpa es una reacción muy común en el tiempo de duelo. Se puede sentir culpable de algo que dijo o que no dijo, algo que hizo o que no hizo. Aunque se dé cuenta que no hay nada que pudiera haber hecho para evitar el fallecimiento, se puede sentir culpable de no haber hecho “más” para salvar la persona que falleció. Si experimenta sentimientos de culpa, es importante que encuentre un lugar seguro para hablar sobre ello, sin que traten de desviarlo del tema los amigos bien intencionados.
• SÍNTOMAS FÍSICOS DE LA AFLICCIÓN: Reconozca que su sistema inmunológico se encuentra agobiado durante condiciones extremas de estrés. Es importante que se cuide físicamente, que trate de comer alimentos saludables, que haga ejercicio y que trate de descansar. No es raro sentirse extremadamente cansado o de reacción lenta durante los primero días y semanas posteriores al fallecimiento de un ser amado.
• ACEPTACIÓN Y RECUPERACIÓN GRADUAL DE LA PÉRDIDA: Encuentre consuelo sabiendo que con el tiempo irá aprendiendo a vivir con su dolor. Es común para los dolientes buscar y encontrar una nueva sensación de plenitud y bienestar.